Queridísimo papá:
Como hoy es el día del padre, te tengo un regalo-sorpresa, algo lindo
que sé que te va a gustar. Se trata de una carta en la que quiero decirte
muchas cosas.
¿Qué me gusta de ti?
Tus manos fuertes, que me levantan cuando me caigo y me hacen cosquillas
cuando estamos jugando.
Tu risa que resuena fuerte y contagiosa.
Tu habilidad para arreglar cualquier desperfecto.
Tu voz, cuando me llamas por teléfono o cuando suena firme pero amorosa
al corregir los errores que cometo a menudo.
Me gusta que te intereses por mí, por lo que pienso, por lo que digo y
por lo que hago. Así me siento importante y valioso ante tus ojos y los de los
demás.
Me gusta estar contigo, porque me siento seguro y confiado, y porque te
puedo preguntar las cosas que no entiendo de las tareas. Me resulta mejor que
buscarlas en un libro, en un mapa o en un diccionario. Claro que a veces tú me
obligas a investigar por mi propia cuenta y siempre me estás diciendo que se
aprende mejor de este modo.
Me gusta cuando me invitas a salir solo contigo, a caminar, a comernos un helado o a jugar a la plaza, porque me siento el hijo más importante del mundo.
Me gusta cuando me invitas a salir solo contigo, a caminar, a comernos un helado o a jugar a la plaza, porque me siento el hijo más importante del mundo.
Me gusta cuando me echas vuelo en el columpio, cuando me enseñas a ser
mejor en mi deporte favorito o cuando me ayudas a elevar un volantín que llegue
lejos, lejos. Y nunca me voy a olvidar cuando me enseñaste a andar en bici.
Papá querido, quiero decirte que muchas noches, cuando rezo, yo le doy
gracias a Dios por ti y cuando me acuerdo de lo contento que estoy de tenerte
como mi papá le digo a Dios que te conserve conmigo hasta cuando yo sea grande.
No te vayas jamás de mi lado, porque ahora que soy chico, te necesito cerca,
muy cerca, como cuando me meto en tu cama y me lees algo entretenido o juegas a
que eres el monstruo que me comerá.
Te quiero de aquí hasta el cielo y encuentro que eres el mejor papá del
mundo. No te cambiaría por ningún otro, aunque ese papá tuviera varias casas,
un auto espectacular o harta plata.
Con esta carta te regalo un montón de besos y abrazos, y quiero
decirte...
¡Feliz día papá!
No hay comentarios:
Publicar un comentario